Jan. Los cabecicubos.
Ediciones B, 64 páginas.
Hace poco nos sorprendía la noticia de que el próximo álbum de Superlópez iba a ser el último. Esta parodia de Superman forma parte de nuestra infancia y adolescencia, y aunque es cierto que a partir del octavo álbum la calidad se resintió bastante, los primeros números son una obra maestra. Con algunas de sus viñetas me he reído a carcajadas y lo sigo haciendo. Inolvidables son los monstruos del señor de los chupetes o la recreación mitológica de La caja de Pandora. Pero de todos ellos me quedo con este de los cabecicubos, donde el invento de unos huevos cuadrados lleva a un golpe de estado en un mensaje muy claro del ascenso de los fascismos que ahora, tantos años más tarde, sigue estando de actualidad. Insuperables.