Lo que cuenta es la ilusión
Me decía el otro día una organizadora de otro concurso que estaba sorprendida de la cantidad de relatos que estamos recibiendo. Sobre todo al enterarse de lo escaso de nuestro premio, que es poquísimo; todo lo que nuestro escaso bolsillo puede aportar. Nosotros fuimos en su momento los primeros sorprendidos, como ya comenté en otro editorial.
Cierto que intentamos cuidar a los autores que nos envían textos, que procuramos responder siempre, y que no somos un concurso amañado y nos preocupamos por la calidad de los textos que recibimos. Nos reconforta ver la respuesta del público pero nos seguimos preguntando el por qué de tanto envío si damos tan poco a cambio.
Supongo que lo que cuenta es la ilusión. Hay miles de escritores que sueñan con hacerse un hueco en el competitivo mundo de la literatura, y los concursos son una manera muy fácil de probar suerte. No hay que pelearse con agentes, editoriales que no nos hacen caso o autopublicaciones de incierto riesgo. Basta mandar el relato como quien juega un billete de lotería. Las probabilidades son pequeñas pero la esperanza infinita. Además podemos probar suerte en muchos concursos y, casi siempre, es gratis participar.
Como hay tantos relatos hay un protocolo de preselección para evitar que todos los miembros del jurado tengan un empacho de lectura. Pero yo, junto con otra compañera, hemos asumido la titánica tarea de leerlos todos. Para evitar la posibilidad de que no se preselección algún texto que merezca la pena. Pero, sobre todo, porque también como jurado lo que cuenta es la ilusión.
Sí, lo reconozco, hay muchos, muchísimos, relatos malos. Como en todas partes (solo hay que asomarse al escaparate de una librería). Pero de vez en cuando te encuentras páginas magníficas, que te dejan con la boca abierta. O algunas otras que no son excelentes, pero tienen alguna idea buena, o algún punto de vista interesante, o que te arrancan una sonrisa.
Como escritor sé perfectamente que lo que escribimos tiene pocas probabilidades de ser leído. En este concurso ya lo saben, como mínimo hay dos personas que leerán tu texto con todo el cariño del mundo, se sorprenderán con sus finales, se emocionarán con lo que cuenten y sí, a veces resoplaremos un poco, pero no nos lo tengan en cuenta.
Para la próxima edición, esperamos su participación.