Laboratorio de escritura 11 de febrero. Las noticias.

Comentaremos textos escritos por los participantes y haremos actividades de escritura en el momento, que nos pueden servir como semillas para la sesión siguiente o no.

Cada sábado tendremos una consigna sobre la cual escribir. Los textos se tienen que poner en los comentarios de la entrada pertinente antes del viernes anterior a la sesión. Podemos poner el texto tal cual o un enlace a un sitio donde leerlo. Los textos tienen que tener, como máximo, 900 palabras. Cada participante tiene dos compromisos: a) Escribir un texto y b) Leer los de los compañeros.

El laboratorio tendrá un número limitado de participantes. Para cada sesión podrán asistir quienes cumplan las dos condiciones anteriores, por orden de presentación de textos. Pedimos a todos los participantes honestidad y buen rollo.

Para esta sesión la consigna es buscar una noticia inspiradora. Puede ser truculenta, estrambótica, emocionante… Aquí tenéis algunos sitios donde buscar:

https://magnet.xataka.com/why-so-serious/25-noticias-reales-surrealistas-que-han-sucedido-este-2019

https://www.periodismo.com/category/noticias-locas/

Tenéis que escribir vuestros textos y ponerlos en los comentarios de esta entrada, bien pegando directamente el texto, bien poniendo un enlace donde leerlo hasta el día 9 de febrero a las 12 de la noche. Poned por favor, al final, el enlace a la noticia que os ha inspirado. Tenemos hasta la sesión para leer los relatos de los demás.

Cualquier duda la podéis preguntar por el grupo de Whatsapp.

5 comentarios

  1. CARLOS GALLEGO

    Candidato
    Carlos Gallego

    -Hemos quedado muy impresionados con su currículum.
    Al otro lado de la mesa, el hombre bajito desmonta por un momento el semblante impasible que ha compuesto; la comisura de los labios se estira levemente. El hombre sentado en la butaca finge consultar unos papeles en una carpeta de archivo color sepia que hay sobre la mesa.
    -Es prodigioso el número de misiones realizadas.
    -Soy muy activo, me cuesta quedarme quieto mucho tiempo –responde el hombre bajito, esbozando, ahora sí, una sonrisa. Tiene un diente de oro y alrededor de él una colección de caries y sarro.
    -Por no hablar de la cantidad de objetivos abatidos. ¡Mil ochocientos noventa y siete!
    -No es algo sencillo de establecer, podría variar un poco, pero creo que la cifra se ajusta a la realidad.
    El hombre sentado en la butaca gira la silla y se encara a un gran espejo que domina la pared opuesta a la puerta. Es una habitación cruda: una mesa, una silla ergonómica y otras dos al otro lado bastante menos cómodas. No hay más muebles, no hay decoración en las paredes. El hombre de la poltrona se levanta y da dos pasos en dirección al espejo. Se detiene antes de llegar y se atusa el cabello ralo.
    -He oído que su último cliente no quedó del todo satisfecho con el trabajo.
    El hombre bajito se revuelve en la silla, no se gira hacia el otro, le responde a la silla vacía.
    -Esa señora y su hija no tenían claro lo que querían. Cuando se hace un encargo de este tipo hay que ser firme y tener templanza para esperar los resultados.
    -¡Tráfico de órganos! No le hace usted ascos a nada.
    -El hombre bajito se gira hacia el otro. Tiene las cejas exageradamente enarcadas. El otro regresa hasta la mesa y le mira fijamente; el bajito ha vuelto a su cara de póquer. El otro hombre recoge las carpetas que hay sobre la mesa y la deja vacía.
    -Por favor, espere usted un momento, enseguida vuelvo y le digo algo.
    En tres zancadas llega a la puerta, aprieta un timbre que hay a la altura de su hombro y la puerta se abre. Al otro lado, en el pasillo, un hombre mayor que él le recibe mirándole fríamente a los ojos. El viejo se lleva un cigarrillo a la boca y le da una intensa calada. Entre el humo que sale retorciéndose entre las cerdas de un poblado bigote deja escapar unas palabras.
    -¿Es nuestro hombre?

    Noticia: https://elpais.com/ccaa/2019/06/26/madrid/1561538699_592812.html?outputType=amp

  2. Julián Mut

    VIVIR LA VIDA DE OTRO

    Había entrado por el balcón al ático de la calle Ganduxer que llevaba varios días observando y había tenido tiempo de robar el portátil y un reloj que había metido en su mochila cuando al entrar en el dormitorio encontró un cadáver. Salió despavorido de nuevo al balcón y fue recuperando el aliento poco a poco.
    La terraza estaba llena de plantas exuberantes que invitaba a la tranquilidad y ayudado por el fresco de la noche del mes de Agosto y el silencio que reinaba en ese barrio se fue sosegando. No había visto nunca un cadáver, pero le dio la impresión que llevaba muerto bastantes días y el tiempo que le había dado tiempo a rebuscar por la casa se había dado cuenta que apenas habían fotos de familia, por lo que dedujo que ese hombre vivía solo.
    Levantó la vista para contemplar las vistas de la ciudad y echó una ojeada a la terraza con muebles de jardín que animaban a sentarse y vio una pequeña nevera de puerta transparente. No pudo evitar sacar una cerveza y beberla con tranquilidad pensando cómo era posible que hubiesen sitios tan agradables y que alguien pudiera llevar esa vida de lujo.
    Se sentó en el sofá exterior bajo la pérgola y de la mochila sacó el portátil que acababa de robar y buscó las fotos. En todas ellas había un hombre como protagonista, muchas de ellas en viajes exóticos. Reconoció Grecia, Shanghai, Machu Picchu, Washington y Nueva York cada vez más anonadado del ritmo de vida de ese hombre. Cogió otra cerveza mientras pasaba las fotos y sin darse cuenta se acabó durmiendo en esa terraza soñando en la vida que llevaba ese hombre.
    Le despertó la luz del alba y con la cabeza despejada entró en el apartamento. Estaba decorado como si fuera de una revista, espacios inmensos, alfombras que daba miedo ensuciar, el televisor tan grande como una pantalla de cine, un sofá kilométrico y todo rodeado de cristaleras que dejaban disfrutar de las vistas y de las plantas.
    Fue al dormitorio donde estaba el cadáver y pensó en lo idiota que debía ser aquél tipo, estaba totalmente desnudo con su mano agarrando su polla y una cuerda alrededor de su cuello con la clara intención de encontrar un orgasmo más intenso. Encontró el móvil del propietario y con curiosidad lo desbloqueó con su huella dactilar y volvió al sofá. Revisó rápidamente Instagram y WhatsApp sin encontrar apenas contacto con la familia ni una relación sentimental y cuando entró en la aplicación del banco se quedó sin respirar por unos momentos, levantando las cejas incrédulo al ver una cifra de cinco ceros en la cuenta y unas inversiones que sumaban casi el millón de euros.
    Lo primero que pensó fue en sacar todo ese dinero, pero sentado en ese salón tan lujoso pensó que más bien lo que quería era vivir allí y llevar la vida de ese tipo.
    Pasó toda la mañana estudiando los mensajes del teléfono y del ordenador cavilando los riesgos y cómo podría lograrlo. Por la tarde después de haberse calentado un plato que había encontrado en la nevera pensó en la forma en la que podría deshacerse del cuerpo y evitar las suspicacias de los vecinos si se instalaba allí y fue concibiendo un plan: compraría un congelador grande donde pondría el cadáver y haría una mudanza llevándose parte de los muebles a un almacén junto al congelador y al día siguiente traería de nuevo al apartamento todos los muebles excepto el congelador que dejaría en el almacén. De esta manera los vecinos pensarían que era el nuevo inquilino del piso y habría sacado limpiamente el cadáver. Bastaba con seguir pagando el almacén de muebles para que nadie encontrara el congelador.
    Al cabo de dos días su plan había salido a la perfección. Siguió los contactos de WhatsApp y de Instagram respondiendo los mensajes directos y dando largas a las citas que se planteaban inventando un viaje y una estancia en el extranjero para evitar todo contacto físico y llamadas que lo pudieran delatar.
    Estudió los movimientos del banco dándose cuenta que sus ingresos venían de un gestor que administraba el alquiler de dos edificios y con los cargos de la tarjeta, del Whatsapp y del email fue sabiendo donde compraba y los restaurantes que frecuentaba. Al cabo de unas pocas semanas estaba empezando a vivir la vida de aquel tipo, aunque no utilizaba el nombre del muerto. Se vestía con su ropa, compraba en los mismos sitios, se apuntó al mismo gimnasio e incluso fue a un curioso club de lectura donde los participantes hablaban de los libros que estaban leyendo.
    Todos los días se presentaban pequeños escollos que debía ir solucionando para evitar que lo descubrieran, pero pondría todo su esfuerzo en seguir viviendo esa vida de lujo.

    https://elpais.com/ccaa/2017/07/18/galicia/1500377516_786534.html

    https://informalia.eleconomista.es/informalia/actualidad/noticias/11191573/05/21/Quien-mato-a-Mario-Biondo-aquel-30-de-mayo-de-2013-Como-murio-el-marido-de-Raquel-Sanchez-Silva.html

  3. Sergio Alonso Amoros

    Nereidas

    —No me entiendes, nunca me has entendido y nunca me entenderás. Eres así de estúpida y la culpa, en el fondo, es mía. Debí haberlo visto.
    —Pero ¿cómo…? ¡Cómo te atreves a decirme…!
    —Siento que te moleste tu propia ignorancia, pero parecía que si no te lo decía yo, no ibas a enterarte nunca. Se puede ser feliz siendo imbécil; pero es una felicidad vacía, una felicidad que se basa en el desconocimiento. No deberías aspirar a eso.
    —Feli… ¡Imbécil será tu madre! Esto es increíble, joder. Y encima sigues con esa mierda, ¡mírame cuando te hablo!
    —No grites, por favor. Vas a estresar a Tetis.
    —Le has puesto un nombre —le respondió ella, sin poder contener la risa de pura rabia.
    —Claro que le he puesto un nombre.
    —Y es… Tetis.
    —Sí, Tetis.
    Ella se humedeció los labios con la lengua. Reía con los ojos cerrados y los puños en tensión. No era una risa a carcajadas, solo emitía el silbido agudo y discreto del pulmón de fumador. Sus puños estaban en tensión y sus párpados cerrados.
    —Tetis… —volvió a decir, repitiendo la única palabra que podía entonar sin estallar en un ataque de furia—. Tetis.
    —¿Lo repites tanto porque te gusta o porque estás orgullosa de ti misma por haberlo memorizado a la primera? Si es por la segunda, debo decirte que a mí también me ha sorprendido, enhorabuena.
    —Tetis… —dijo, haciéndose un pequeño corte en la base de las palmas de sus manos con las uñas.
    —Seguro que no lo sabes, pero es una de las hijas de Nereo y Doris. Es también la madre de Aquiles, el del talón y el caballo, ¿sabes? Mitología griega relacionada con el mar. No te haría daño saber alguna cosa más. No tienes que leer siquiera, solo tienes que buscar en internet. Es lo que hago yo para no ser idiota.
    —Sabes… —empezó a decir, conteniendo la furia—, no me das pena. Mucho tiempo pensé que sí, que me dabas pena por ser así, rarito. Y creía que quedarme contigo era bueno para los dos. O al menos para ti. Y, como me importabas, lo hice. Pero ahora la que da pena soy yo. Hundida en esta mierda, atrapada por un pusilánime con, con… con esa mierda magenta entre las manos. Y encima…
    —Es escarlata —interrumpió.
    —¿Es qué?
    —Escarlata. No es magenta. El magenta es pálido y tirando a rosado. Esta piel es claramente escarlata. Esto es un escalar. Podría ser magenta si fuera una carpa enana o una poecilia reticulada, pero ni es ninguna de esos ni es magenta. Quizá eres daltónica, ¿nunca lo has pensado?
    —¿Eso has escuchado? De todo lo que he dicho, ¿te quedas con que el pez es magenta?
    —No es magenta, es escarlata. Tienes que prestarme más atención; si no, no aprenderás nunca.
    Ella se dio la vuelta en silencio y le dejó trabajando en el desván de la casa. Estaba haciendo sus «mierdas con los putos peces», como solía llamarlo ella ante sus amigas, por lo que sabía que pasaría, al menos, un par de horas más en ese piso de la casa.
    Salió a comprar una olla, la más grande que encontró en todo el bazar y, al entrar en casa, su marido oyó la puerta.
    —¿Entras o sales? —preguntó él, gritando desde abajo.
    —Entro —dijo ella, fingiendo amabilidad.
    —Genial. Tráeme algo de comer, aún tengo para rato aquí.
    —Claro, cariño.
    Desde ese momento no pudo dejar de sonreír mientras veía cómo la olla se iba calentando y los más de cien peces que coleccionaba su marido en la pecera de seis mil euros que había en el salón empezaban a flotar en la superficie, mecidos por el borboteo del agua acercándose a su punto de ebullición.
    Después de un rato, cogió una barra de pan, la partió por la mitad y embutió esa miríada de coloridos cadáveres entre ambos trozos y lo dejó ahí, justo a la subida de las escaleras.
    Entonces hizo rápidamente una maleta para salir del paso, llamó a su amiga y le avisó de que pasaría unos días con ella en su casa, que «por fin iba a dejarle». Su amiga, eufórica, le dijo que ya estaba preparando su cama y que estaba contentísima, que ella misma se lo contaría a las demás y esa noche saldrían a un bar para celebrarlo.
    Ella, aún sonriente, cogió una hoja de papel, un boli y escribió: «que aproveche, puto friki de mierda, folla peces. Me has amargado la vida, pero nunca más. Que te den.
    »Con cariño,
    »A.».
    Entonces salió de la casa, pero antes dijo: «te he dejado la merienda arriba, tengo que irme».
    —Joder, ¿qué te costaba bajarla? —dijo él.
    Y ella se quedó a una distancia prudencial de la casa para escuchar los gritos y los llantos, excitada, mientras esperaba a que él subiera las escaleras y viera ahí a sus peces, a sus putas Nereidas escaldadas.

    Noticia: https://www.periodismo.com/2022/12/26/una-mujer-pone-fin-a-su-matrimonio-por-la-adiccion-a-la-pesca-de-su-marido/

  4. Lluís Guitard

    Ramon Pallisar y Silvia Ribera entran en el plató y se sientan en la amplia mesa ovalada. Las cámaras se mueven en dirección a los presentadores y ajustan sus objetivos. Los dos tienen centenares de programas a sus espaldas (Ramon, ya más de tres mil) pero se les nota una tensión no habitual. Mientras los técnicos les colocan los micrófonos, se oye una voz por megafonía:
    – Silvia, recuerda, tu das el primer titular, el del Papa, no esperamos al segundo titular…
    – 30 segundos!
    – ….y le pasas directamente el turno a Ramón para que haga la conexión.
    – Ramon, la cuarta ya está en directo con Roma. Cabrones, han empezado antes de la hora para enganchar a la gente. Tu ponle ritmo, ritmo, mucho ritmo y muchas preguntas…
    – 20 segundos!…
    – preguntas fuertes, fuertes fuertes, y todo el tiempo que haga falta para lo del Papa, Hay que conseguir al menos más audiencia acumulada que esos cabrones…
    – 10 segundos!
    – si hace falta, noticia única, incluso recortamos deportes y tiempo y si es necesario acabamos más tarde. Os damos instrucciones por el pinganillo.
    – En Antena en 4,3.
    Silvia mira a los ojos a Ramon, le guiña el ojo y le susurra: “suerte”.
    – 2.1…
    (se oye la sintonía de fondo que baja paulatinamente de volumen y Silvia empieza a hablar…)
    – Máxima expectación en todo el mundo para oír el discurso del papa, en ese novedoso acto urbi et orbi denominado “Celebremos el amor en libertad y sin límites“, que ha convocado su santidad y que ha comenzado hace unos minutos. Y cuando decimos máxima expectación, no exageramos (se gira y mira a Ramón, que asiente) porque, Ramon, parece que hoy se batirán récords históricos de audiencia en los noticiarios.
    – En efecto, Silvia, eso se prevee y por eso en esta cadena hemos desplegado un gran equipo para cubrir la noticia. La plaza de San Pedro está llena a rebosar desde hace horas, y conectamos sin más tardanza con nuestro corresponsal en Roma, Giovanni Paolosonini. Giovanni, buongiorno! Buenos días, desde Madrid.
    – ….
    – Parece que no tenemos conexión con Giovanni. Giovanni?
    – ….
    – … pero me indican que, aunque no le veamos, al menos podemos tener audio y hablar con Giovanni Paolosonini. Giovanni, buongiorno!
    – Vaffanculo, aggiusta la connessione per una volta!
    – Giovanni!
    – Inutile, stronzo, è presta la connessione o no?
    – Cortamos la conexión con Giovanni, que òbviamente no sabía que estaba en antena. Esperemos que se solucione rápidamente el problema y pedimos a los técnicos de control que, por favor, le comenten a Giovanni que cuando esté en antena modere su lenguaje.
    Mientras se reestablece la conexión, vamos a recordar los últimos acontecimientos que han sacudido el polémico papado de Bonifacio IX, el primer papa racializado en toda la historia, toda vez que los historiadores han descartado que Victor I, papa africano del siglo I, fuera negro. En camio, no hay dudas sobre Bonifacio, que es originario de Togo, y uno de los papas más jóvenes, no solo de los últimos siglos, sino de toda la historia de la Iglesia Católica. Y, sin duda, uno de los más revolucionarios, si no el que más. Su elección se interpretó como un intento de conectar con la juventud y el tercer mundo para frenar el descenso de fieles que venía sufriendo la Iglesia Católica.
    A raíz de su nombramiento, se hicieron populares las profecías de San Malaquías, Arzobispo Católico irlandés, nacido en el siglo XI, y que profetizó que el primer papa negro de la Iglesia católica provocaría el fin del catolicismo.
    Precisamente, el papa Bonifacion IX siempre había generado polémica por sus opiniones renovadoras y progresistas en temas como la juventud, los movimientos sociales, el capitalismo, el ecologismo, y especialmente sus opiniones sobre la sexualidad. Por ejemplo, cuando defendió el sexo antes del matrimonio, la necesidad de que los religiosos abandonaran el celibato en un futuro próximo, el divordcio católico, e incluso la homosexualidad, una de sus declaraciones que más impacto han tenido. Pero aqunque su papado siempre ha gozado de una muy relevante atención mediática, esta atención se disparó exponencialmente hace tan solo tres meses, cuando en varios medios de comunicaicón aparecieron rumores, desmentidos por el Vaticano, donde se especulaba sobre una posible enfermedad del papa. Concretamente, ll Corriere de la Sera, insinuaba que el papa padecía una demencia senil frontotremporal de Hite que, a diferencia de otras demencias más comunes o conocidas, como la enfermedad de Alzheimer, presenta síntomas progressivos de deshinibición ya desde las primeras etapas de la enfermedad, cuando en realidad és difícilmente detectable, ya que no existen alteraciones en la motricidad, el intelecto o el habla que permitan diagnosticarla. Der Spiegel, en cambio, lanzaba la notícia de una posible conspiración contra el papa por los sectores más conservadores, que supuestamente se inventaban una enfermedad que no padecía, para llevar adelante un proceso de inhabilitación y así impedir los cambios que el Papa quería llevar a cabo.
    Me dicen que podemos conectar con Giovanni. Giovanni, buongiorno!
    – Pronto? In un attimo ci siamo connessi. Non si preoccupare.
    – Giovanni, te recuerdo, estás hablando con España, mejor no utilizados el italiano, sino el español, por deferencia a los oyentes.
    – Lo sé, lo sé, amo España, cómo no voy a amarla. Sobre todo Barcelona, claro, que bella!. Non si preoccupare, amici di tv3. Presto podrem conectar-vos, no us preocupeu.
    – Telemadrid, Giovanni, estamos en Telemadrid, pido perdón a nuestra audiencia, si es que todavía ueda alguien viendo nuestra cadena.
    Mientras esperamos reestablecer la conexión con Giovani, continuamos recordando hechos del breve pero intenso papado de Bonifacio IX, que ha sido tambén muy polémico por expresarse con frecuencia mediante redes sociales, acompañado de jóvenes, bailando, cantando y en actitudes insólitas en un papa. Pero no solamente ha recibido críticas sino también apoyos por ciertos sectores de la iglesia y también des de movimientos sociales laicos que valoravan positivamente el acercamiento de la Iglesia a amplios sectores de la sociedad.
    Pero en las últimas semanas, esta polémica se ha incrementado. Recordemos, por ejemplo, la cirticada audiecia que concedió el papa a la cantante Madona. En el àmbito español, cabe recordar que el papa estudió en el Seminario de la Pobla de Segur, por lo que domina perfectamente el castellano, y fue muy criticado su retuit a la canción Mil Chami, donde figuraba la frase: “Soy Togoleño y no veas cómo tengo el leño”.
    Recordemos que, según la doctrina, el papa es infalible cuando habla ex cáthedra, es decir, cuando sentado en la silla de San Pedro define solemnemente verdades de fe y costumbres. Por ese motivo es tan esperado este discurso orbi et orbe, con el nombe “Celebremos el amor en libertad y sin límites“, del que ya ha transcendido que es secreto, que solamente lo conoce el papa, y que se ha negado a compartirlo con ningún colaborador.

  5. admin

    Regalos del mar

    La primera vez nos lo tomamos a risa. Salió en todos los medios, se hicieron innumerables chistes, se hizo viral. Un jabalí que sale de la playa y provoca el pasmo y el miedo entre los desprevenidos bañistas daba mucho juego. La segunda y la tercera vez que ocurrió continuaron las bromas. En algunas playas manos anónimas colgaron carteles con ‘Cuidado, jabalíes sueltos’. Los presentadores de ‘Lates’ ponderaban ‘A ver si se va a convertir en una costumbre’
    Se convirtió.
    Primero una o dos veces al mes. Enseguida casi a diario. En todas las playas del mundo aparecían jabalíes, machos y hembras, adultos, desorientados arremetiendo contra todo lo que se encontraban. Desde las costas de Australia hasta los fiordos de Noruega. Unas bestias ordinarias, que desconcertaban al mundo entero.
    ¿De dónde venían? La comunidad científica estaba desconcertada. Se les hicieron autopsias y análisis de ADN. No encontraron nada extraño. Eran iguales a cualquier otro. En el pico más alto, cuando en cada playa del planeta aparecía al menos uno o dos al mes, se colocaron cámaras para intentar captar el momento de la aparición, pero siempre se estropeaban y nunca se llegó a filmar como aparecían.
    Se habló de interferencia cuántica, de multimillonarios bromistas, del fin del mundo. Se hablaba de textos mitológicos, animales sagrados regalados por los dioses, que deberían ser sacrificados en altares adecuados, so pena de recibir un castigo divino. Se habló del diablo y de la mitología de Lovecraft. Pero sin llegar a ningún lado. Unos hablaban de su relación con la muerte y veían negros presagios. Otros apuntaban que en muchas culturas eran símbolo de prosperidad y anunciaban una segunda venida, una bendición de la naturaleza.
    En muchas regiones lo fue, por supuesto. Animales que caían en trampas y eran devorados en diferentes rituales que iban desde el misticismo asceta de las tierras etiopes a las desaforadas fiestas brasileñas. Todos se pegaban por comer la carne de un animal al que endilgaban propiedades divinas.
    En el primer mundo bastó añadir un cazador al lado del socorrista, en muchos casos voluntarios cuya única paga era la carne del animal. No solo los animalistas protestaron contra esta matanza indiscriminada, también quienes creían que podíamos estar enfadando a los dioses. La ciencia callaba.
    Al cabo de los años ni siquiera se buscaban respuestas. Se convirtieron en algo tan cotidiano como la lluvia y nos olvidamos que hubo un tiempo en el que nada salía de los mares.
    Solo unos pocos llevaban la cuenta, los primeros en advertir que cada vez aparecían menos jabalíes, en una cuenta que, goteo a goteo, llegó hasta el número cero.
    Hace tres meses que no ha vuelto a aparecer un jabalí en ninguna playa del mundo.
    Y tenemos miedo.

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